Los insecticidas se diluyen y se rocían utilizando un pulverizador en plantas, paredes y otras áreas infestadas, o directamente sobre las plagas. Este método es simple y fácil de usar, puede matar rápidamente a las plagas, pero es necesario prestar atención a la operación segura para evitar lesiones accidentales a humanos y animales, así como problemas de contaminación ambiental.
Rociado: Vierta el insecticida en un nebulizador especial, encienda el dispositivo y el insecticida se dispersa por toda la habitación en forma de niebla. Este método puede matar rápidamente y de manera efectiva a las plagas en interiores, pero se debe prestar atención a la ventilación interior para evitar la inhalación excesiva de insecticidas.
Espolvoree el polvo insecticida directamente en el área donde los insectos están activos, o vierta el polvo en una caja de cebo y colóquelo en el área infestada por plagas. Este método es adecuado para controlar plagas subterráneas y ocultas como hormigas y termitas.
Aplicación de pincel: Aplique el insecticida directamente en las plantas, paredes y otras áreas infestadas de plagas. Este método es adecuado para algunas plagas comunes, como polillas y ácaros. El insecticida debe estar formulado adecuadamente según la especie de la plaga y la concentración del insecticida, y se debe prestar atención al uso seguro del insecticida.